Hablar de Mella y no referirse a su central, a su batey, a sus cañaverales y su aroma a melao de caña, no tiene sentido. Y es que la zafra azucarera en nuestro terruño es como la savia para las plantas, es el nutriente imprescindible para alimentar la vida económica y el panorama social mellense.
Por eso la producción de azúcar es siempre una prioridad para los habitantes de este santiaguero municipio. Poner la mirada en la cifra fijada en el plan, es el reto de los obreros de la industria, los macheteros y operadores, los transportistas, los gestores de la calidad y los administrativos.
La actual contienda, que comenzó sus operaciones el pasado 3 de diciembre, es una de las más difíciles que hemos debido afrontar. En el caso específico de la Industria, ha golpeado mucho la falta de caña, las afectaciones en el vacío en sistema de tacho y evaporación, la excesiva humedad residual en los campos, los salideros en el haz de tubo de la caldera, y otros problemas en molinos y otras áreas.
Pero el ánimo en nada decae; trabajar y producir con eficiencia, eficacia y efectividad es lo único en lo que se enfoca un colectivo de trabajadores acostumbrado a enfrentar carencias y adversidades y sortearlas con éxito.
Mella, aun, apuesta por el plan.